CUENTO Nº 2
Era la noche de Hallowen. Tomás y Guille iban a ir de casa en casa por toda la ciudad. Se habían disfrazado de vampiros.
Después de unas horas, ya habían recorrido casi toda la ciudad, pero les faltaba una casa, una casa grande, vieja y oscura a la que nadie quería ir. Pero ellos fueron. La puerta estaba abierta y entraron.
-¿Hay alguien ahí?
Nadie contestó, pero, de repente, se escuchó el ruido de alguien que bajaba por las escaleras, pero no se veía a nadie. ¡Pum, pum, pum…! Se escuchaba repetidamente. Los dos chicos se asustaron. De pronto vieron a un hombre sin piernas, con un aspecto horrible, que se arrastraba en dirección hacia ellos dando fuertes golpes con las manos. Intentaron salir, pero la puerta estaba cerrada y no conseguían abrirla. Cada vez tenían más miedo, y estaban seguros de que aquel hombre iba a matarlos. Se acercaba cada vez más. Los niños querían correr, pero estaban como paralizados por el miedo. ¡Pum, pum, pum…!
-¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!
No hay comentarios:
Publicar un comentario