¡COMED CARNE!
En un pequeño pueblo de Pensilvania, la pequeña Carolina se levantó
emocionada porque había llegado el día. Se vistió y se fue corriendo a la
oficina de Correos a buscar su paquete.
-¿Ha llegado?, señor Dimitri. ¿Ha llegado mi paquete?
-Sí, pequeña, ha llegado, pero ¿qué puede ser tan importante?
-¡Son plantas carnívoras! ¡Comen carne!
-Ja, ja, ja… Eso son cuentos chinos, seguro que son tulipanes.
Muy emocionada, Carolina cogió su paquete y se fue a toda prisa en su bici.
En mitad del pueblo se encontró a las animadoras, siempre abusando de los
débiles…
-Carolina, ¿qué llevas ahí? –le preguntaron en tono de desfío-. ¡Dánoslo
inmediatamente!
-Tengo prisa. ¡Dejadme!
Pero las animadoras no hicieron caso, la rodearon y le robaron el paquete.
Carolina, indignada, se defendió a puñetazos y las insultó. Le dio un buen
puñetazo en la nariz a la líder del grupo y salió corriendo con su bici.
-¡A por ella! ¡Que no escape! ¡Cogedla!
Todo el grupo corrió persiguiendo a Carolina para darle una paliza. Ella
corría lo más velozmente que podía. Se adentró en un bosque al que nadie
entraba por las leyendas que hablaban de sus peligros. Carolina no creía en
ellas, así que no sintió miedo. Las animadoras la siguieron enfurecidas.
Carolina llegó hasta un pequeño lago, dejó su bicicleta y se lanzó al agua
para atravesarlo. Cuando llegaron sus perseguidoras, no dudaron en cruzarlo
también. Pero Carolina estaba cansada y, cuando llegó al otro lado, tuvo que
pararse a retomar aliento. Las animadoras la alcanzaron, y ya estaban
dispuestas a darle una lección.
-¡Ya te tenemos! ¡Te vas a enterar!
Mientras las chicas se acercaban a ella, seguras de que habían ganado, de
no se sabe dónde salieron varias plantas carnívoras gigantes y empezaron a
comérselas una a una, mientras Carolina gritaba:
-¡Comed carne! ¡Comed Carne!
Aquí se acaban los cuentos que hemos seleccionado de 1º A. Ahora son los alumnos los que tendrán que elegir cuál es el mejor. Tendréis que dar vuestro voto el día 8 de enero en la clase de Lengua.
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