miércoles, 27 de noviembre de 2013

CUENTOS MEDIEVALES

Vamos con otra entrega de los cuentos medievales escritos por los alumnos de 3º B. Se me había olvidado decir que en la tarea se ponían algunas condiciones. Para empezar, la historia tenía que estar ambientada en un castillo medieval, y tenían que aparecer: los aposentos, la muralla, el patio de armas, el invierno, un caballero, una princesa, reyes, un torneo o una fiesta cortesana. Todo muy tópico, aunque los resultados han sido variados, y no todos se han ceñido estrictamente a lo que se exigía.


                                    
EL CABALLERO RODRIGO

Hace muchos años, en la Edad Media, una princesa vivía con sus padres en un gran castillo. La muralla de aquel castillo era muy extensa y a lo lejos se veían grandes llanuras. 

El rey tenía muchos guerreros, y todas las mañanas iba al patio de armas para ver como se entrenaban. Uno de los guerreros era su preferido, y era el que daba órdenes a los demás. Se llamaba Gustavo. Los reyes lo habían elegido como marido para la princesa, pero a ella no le gustaba. 

 Se acercaba el invierno y cada vez hacia más frío en aquel castillo. Un día, de una ciudad muy lejana, llegó un caballero llamado Rodrigo. Era muy joven y muy humilde. Se hospedaba en la posada del pueblo donde se ubicaba el castillo. Rodrigo quiso visitar al rey del castillo y se encontró con la hermosa princesa y la saludó amablemente. Justo en ese momento llegó Gustavo y se enfadó mucho al ver a la princesa en compañía de un desconocido. Gustavo se enfrentó a Rodrigo y la princesa fue corriendo a avisar al rey de que en el castillo había un enfrentamiento. Cuando el rey llegó, les gritó que parasen y le obedecieron. El rey le preguntó a Gustavo el motivo del enfrentamiento, y él respondió que Rodrigo estaba hablando con la princesa y que eso le se había enfadado. El rey le dijo que eso no era motivo de enfrentamiento y le ordenó que no volviera a ocurrir nunca. 

 Rodrigo, al ver que todo se había arreglado, decidió presentarse al rey, y también le dijo que su hija era muy hermosa, y que quería casarse con ella y que, como sabía que Gustavo era su rival, quería desafiarlo en un torneo. El rey le preguntó si sabía luchar con espada, y él le contestó que sí. El monarca aceptó el torneo y le dijo que sería al día siguiente. 

 Al amanecer, todos en el castillo estaban ya preparados para presenciar el torneo. Cuando comenzó, Gustavo creía que iba a ganar, pero minutos después Rodrigo lo atacó, le clavó la espada en el estómago y lo dejó muerto. El rey no tuvo más remedio que dejar que su hija se casase con Rodrigo y fueron muy felices. 

N. M.

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