Esperamos que os gusten.
UNA ESPADA ENTRE FOGONES
En la Edad Media, en un castillo del reino de Arazana, se iba a celebrar una fiesta en honor a la última conquista de los reyes. Éstos y su hija se estaban acicalando en sus aposentos.
En la cocina, Juan estaba elaborando las exquisiteces que se servirían esa noche.
A la caída de la tarde ya estaba todo preparado. Poco a poco fueron llegando los invitados. Tras anunciar la entrada de los reyes en el salón, el gran fuego de la chimenea invitaba a los comensales a sentarse a la mesa. Una doncella se acercó a la reina y le comunicó que su hija bajaría más tarde. El rey ordenó que comenzara la fiesta.
Mientras que en el salón comían y bebían, desde la cocina, Juan oyó unos ruidos que procedían del patio de armas. Cogió una espada que escondía entre sus utensilios y salió a echar un vistazo. Juan vio a un caballero que no era de la corte del rey. Escondido, vio como el intruso se adentraba en la cocina y subía hasta los aposentos de la princesa. Cuando Juan entró en la habitación sorprendió a ese individuo, que estaba a punto de cortar la cabeza a la dama. El caballero dio un empujón a la princesa y ésta cayó al suelo y quedó inconsciente.
Juan y el caballero comenzaron a luchar. Llegaron hasta lo alto de la muralla y, en un descuido, el cocinero lanzó a su oponente al foso donde unos cocodrilos se lo comieron. Juan se apresuró a ver a la princesa, que ya había recuperado el conocimiento.
La princesa y el cocinero interrumpieron el festejo y le explicaron al rey lo sucedido. El rey, en agradecimiento a la valentía de su cocinero, quiso nombrarle caballero de su corte. Juan rechazó el ofrecimiento y explicó que a él lo que le gustaba era estar entre los fogones y con su afilada espada, convertir las carnes salvajes en láminas jugosas y sabrosas.
V. V.
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