martes, 17 de junio de 2014

LIBROS QUE VUELAN

Otra muestra de la imaginación y buen hacer de nuestros alumnos.




Alex era un niño de 13 años al que le encantaba la lectura. Esa noche, como todas las demás, su madre tuvo que mandarle a la cama y le hizo apagar la luz, porque, si por él fuera, se pasaría las noches leyendo.

Cuando dormía más profundamente, su mente empezó a fabricar un sueño:

"Iba por un prado, solo y aburrido, sin nada que hacer. No recordaba cómo había llegado allí, pero eso no le importaba: solo quería llegar a su casa para seguir leyendo.

El tiempo pasaba y Alex seguía sin localizar un camino de vuelta a su hogar. Lo peor era que estaba anocheciendo. Cansado ya de tanto andar, se sentó en el suelo e intentó no dormirse. Pero el agotamiento pudo con él y acabó cayendo en un profundo sueño.

Cuando volvió a abrir los ojos, seguía en el prado, pero había algo diferente. ¡Un libro gigante lo cubría! Sí, como si fuera una cabaña. Se puso en pie, extrañado, preguntándose qué hacía eso allí. De repente, las hojas del libro se pasaron a gran velocidad y se detuvieron en una que ponía: SUBE, YO TE LLEVARÉ A CASA. 
Alex dudó un momento, pero finalmente decidió subirse encima. Una vez sentado, el libro se elevó en el aire y empezó a viajar rumbo a la casa del chico. Una vez allí, Alex bajó del lomo del libro y se metió en casa para seguir leyendo su deseado libro".

Alex despertó maravillado por aquel magnífico sueño que acababa de tener. Se levantó, encendió la luz, cogió el libro y siguió leyendo.


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