Su voz y su imagen está anclada en mi infancia (en muchas infancias). Fue uno de esos actores de Estudio 1, un programa de televisión en el que se representaban obras teatrales, en blanco y negro, con una producción cutrecilla y con actores dignísimos. Fueron mis primeras obras de teatro, sentadita en el sofá de mi casa.
Después ya lo vi en el teatro de verdad, ese en el que se respira el aliento de los actores, y en el cine, y en la calle Embajadores, donde paseaba junto a un anciano.
Nunca ha dejado de hacer teatro y siempre ha sido reconocido por sus compañeros y el público. En 1998 recibió el Premio Nacional de Teatro. Hace mucho que no sabía de él, pero hace poco lo vi aparecer en la televisión representando el papel de Adolfo Reverte en la serie Gran Reserva, y hace unos días me llegó a través de facebook la noticia de que le han dado el Premio Ercilla de Teatro por su trayectoria. Un premio más, merecido sin duda.
Enpezó a actuar en el Aula de Teatro del instituto San Isidro de Madrid, donde un profesor de Literatura, con mucho entusiasmo, dirigía a un grupo de alumnos quizá revoltosos, quizá malos estudiantes..., quizá como los nuestros. Ahí lo encontró su vocación y ya no lo abandonó.
Estudió en la Escuela de Cinematografía de Madrid, pero donde se formó realmente fue en la compañía teatral de Amelia de la Torre.
Quizá alguno de nuestros alumnos de teatro, dentro de algunos años... Nunca se sabe.
Marta de Nevares
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