martes, 23 de abril de 2013

DÍA DEL LIBRO 2013 / 3



El lector 

 Al volver, 
burocráticos hombres con cartera 
descansan un momento. 
Hay un rumor de luces suspendidas, 
una dispersa claridad de voces, 
y en la tarde se abren 
los pájaros en fuga, 
el coro de las madres y de las bicicletas, 
un músico ambulante. 
La vida rutinaria es esta mansedumbre 
de gente que se llama, se besa, se despide, 
mientras el sol incendia las fachadas 
y se apaga en el agua de la fuente, 
en la botella del mendigo. 

Está la plaza llena todavía. 
Desde el balcón, sentado con un libro, 
comparto en soledad la jubilosa 
caída de la tarde. 
después habrá un misterio en cada esquina, 
un silencio de tilos y de sombras. 
Descenderá la noche 
saltando como un gato de ojos brillantísimos 
y por el decorado de la plaza, 
lejos ya del rumor de los talleres, 
veré cruzar extrañas siluetas, 
un loco en su caballo, 
un monarca asesino, 
una mujer adúltera de sueños descompuestos, 
el sabio que ha vendido su alma, detectives 
cargados de derrota, 
piratas infernales 
y también 
burocráticos seres con cartera 
que esconden en su vida rutinaria 
un estrangulador, 
un resistente 
de guerras y ciudades sometidas 
o tal vez un poeta. 

En mitad de la plaza hay alguien que se vuelve 
y levanta los ojos 
para buscar la luz en mi ventana, 
el faro de la noche y sus fantasmas.

Luis García Montero

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