sábado, 10 de marzo de 2012

ALUMNOS DE 4º ENTREVISTAN A IAN GIBSON

Cuando sacamos nuestra grabadora -un sencillo mp4 de los que podemos encontrar en cualquier tienda en los tiempos que corren-, Ian Gibson, muy natural, exclama con sorpresa: “¡Qué pequeña!”. Enseguida comienza a recordar la época en la que él llegó a España por primera vez, allá por 1965, con la intención de entrevistar a todo aquel que pudiera darle alguna información sobre las raíces de la poesía de Lorca. Nos cuenta que llevaba una grabadora enorme, del tamaño de una caja de zapatos grande, y que hacía un ruido infernal al grabar. Entre risas, y aprovechando la regresión al pasado de su memoria, comenzamos la entrevista.

ALUMNOS (IES ‘EL OLIVO’): ¿Qué hace que un irlandés se enamore de España?


IAN GIBSON: Yo creo que esto es algo que pasa, no lo eliges. Te enamoras de una persona, de un tema… En mi caso, lo primero fue el contacto con Castilla: con su sol, su verano castellano que yo desconocía, porque yo vengo de una isla lluviosa (Irlanda).
Me enamoró también el contacto con la poesía española, y poco a poco se fue desarrollando mi fascinación por el país. Creo que había en mí una añoranza de sol y de sur. Y aquí estoy, en Parla (risas).

A.: ¿Qué proceso sigue para investigar sobre los autores que le interesan?


I. G.: En mi caso, ha sido un lento aprendizaje. Primero, tiene que haber pasión, porque si no, no vas a dedicar horas en bibliotecas, en hemerotecas, localizando gente, grabando entrevistas… Y una vez que hay pasión, poco a poco se va descubriendo la manera de hacer las cosas, porque yo tampoco tuve maestros.


Siempre he sido un gran lector de libros y siempre me han gustado las biografías. En su momento, me di cuenta de que tenía cierto talento como investigador. Hay que conocerse bien a uno mismo para saber qué tipo de aptitudes se tienen. No es que sea un don genial, pero a mí me sirvió para hacer lo que quería: comunicarme con el mundo a través de la publicación de mi trabajo.


A.: ¿Cuál de las tragedias sufridas por los cuatro protagonistas de Cuatro poetas en guerra le impactó más?


I. G.: Sin lugar a dudas, la de Lorca. Y me sigue impactando. Fue un poeta que vivió siempre rodeado de muerte. Incluso intuyó su propia muerte, que ocurrió en su Granada querida, a la que él había hecho célebre.


A.: ¿Qué otro libro de los que ha escrito nos recomienda al público juvenil?


I. G.: Qué pregunta más difícil… He publicado muchas cosas. Yo creo que mi libro sobre Rubén Darío (Yo, Rubén Darío) tiene su pequeño encanto, porque Rubén Darío es otro poeta que fue muy importante en mi vida. Además, fue el maestro de Lorca, quien considero que empezó a descubrir su don poético leyendo a Rubén Darío.


A.: ¿Cuáles son sus próximos proyectos?


I. G.: El próximo proyecto ya está en marcha: una biografía de Luis Buñuel, el cineasta, probablemente el más importante que ha producido este país. Además, era íntimo amigo de Lorca y Dalí. Yo llegué a él a través de las primeras biografías que escribí sobre Lorca y Salvador Dalí, así que ahora le tocaba el turno al tercer amigo del grupo; eran como los tres mosqueteros. Unos genios.

Sobre Luis Buñuel aún me quedan al menos dos años de trabajo, aún mucho camino que recorrer. “Haciendo camino al andar”, como decía Machado.

 

TERCER GRADO

A.: Un lugar del mundo.
I. G.: Granada.
A.: Un lugar de España.
I. G.: El Cabo de Creus.
A.: Un poeta.
I. G.: Paul Verlaine.
A.: Una poesía.
I. G.: ‘A un olmo seco’, de Antonio Machado. Uno de los más grandes poemas del idioma.
A.: Una época histórica.
I. G.: La actual, que es fascinante. Está muy bien estudiar el pasado, pero también hay que estar inmerso en la época actual.
A.: Un autor sobre el que le gustaría escribir.
I. G.: Benito Pérez Galdós, el novelista.

Entrevista realizada por los alumnos de 4º ESO del IES ‘El Olivo’

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