miércoles, 31 de octubre de 2012

LAURA GALLEGO PREMIO NACIONAL DE LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL


¡FELICIDADES, LAURA!

Estamos seguros de que muchos de nuestros alumnos se alegrarán, porque han disfrutado y disfrutan con tus historias.

Si queréis saber más sobre la escritora y el premio, pinchan AQUÍ. Para conocer su vida y su obra, podéis acceder a su página web pinchando en la imagen.



lunes, 29 de octubre de 2012

DÍA DE LA BIBLIOTECA / 4

Con esta entrada terminamos, por este año, la celebración del Día de la Biblioteca, aunque seguiremos durante todo el curso intentando que sea un lugar vivo, creativo y emocionante. 

 Os mostramos aquí la presentación que vieron algunos de nuestros alumnos, y en la que trabajamos el pregón del Día de la Biblioteca. Nos vino muy bien para repasar la metáfora y reflexionar sobre qué es una biblioteca, qué es lo que allí encontramos y qué es lo que quisiéramos encontrar. 

 Tras las reflexiones, se les fueron enseñando una serie de diez imágenes de diferentes campañas de animación a la lectura. Ellos tenían que crear un eslogan para cada una. Hemos añadido algunos de los mejores a la presentación. Hay muchos más, y con ellos vamos a hacer un pequeño concurso. Ya os tendremos al corriente. 

 Aquí tenéis nuestra presentación bibliotecaria.


sábado, 27 de octubre de 2012

CUENTOS, CUENTOS, CUENTOS...


EL REY VALIENTE Y CRUEL

Había una vez un rey de un país muy lejano, que era muy valiente y el más despiadado del mundo. Nadie había logrado vencerlo jamás. Una vez llegó hasta un lugar terrible, un pueblo habitado por seres extraños, algunos de los cuales tenían un solo ojo en medio de la frente, mientras que otros tenían hasta tres. También poseían varias piernas, lo que los hacía muy veloces. A pesar de todo, el rey consiguió derrotarlos, por lo que esos seres extraños no tuvieron más remedio que ir a refugiarse en unas profundas y tenebrosas cuevas. Hasta allí los siguió el rey, y entró en la cueva con la intención de hacerlos desaparecer. 

Después de una larga búsqueda, los encontró y, cuando estaba a punto de matarlos, la cueva se derrumbó y todos murieron.

Daysi Sandoval, 3º C


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Carlos tenía 7 años y vivía en un pueblo llamado Criscrin. Él solía estar solo, ya que sus padres no tenían mucho dinero y trabajaba todas las mañanas de cabrero. 

Siempre les contaba sus problemas a las cabras, pero tenía una favorita a la que llamaba Manchitas. Un día, por la mañana, le habló y supo sus respuestas.

-Manchitas, Manchitas, hoy le he preguntado a mi padre que por qué no podía ir a la escuela; y me ha dicho que no se acordaba, que se lo preguntara a mi madre, pero no la he visto en toda la mañana.

-Beee, beee, beee -le contestó Manchitas.

Carlos no paraba de darle vueltas al asunto y, cuando llegó a su casa y vio a su madre haciendo la cena, le preguntó:

-Mamá, ¿por qué no puedo ir a la escuela?
-Carlos, se me ha olvidado. Pregúntaselo a tu padre.

Carlos subió enfadado a su habitación y esperó a que su madre lo llamara para cenar, mientras seguía dándole vueltas a sus cosas. Cuando su madre lo llamó, bajó y se encontró a sus padres allí, esperándolo. Se sentó y les preguntó a los dos a la vez:

-Mamá, papá, ¿por qué no puedo ir a la escuela?

Ambos se miraron y el padre contestó por los dos:

-Carlos, hijo, la verdad es que no vas porque creemos que es mejor que cuides de las cabras. Además, tú ya sabes leer y escribir.

Se callaron los dos y miraron a sus respectivos platos. Carlos, sin saber qué hacer, terminó rápidamente su cena y se retiró.

Al día siguiente, el muchacho volvió a hablar con Manchitas.

-Manchitas, la verdad es que no entiendo a mis padres. Ya sé por qué me dicen eso de que cuando sea mayor comeré huevos...

Carolina Zarco, 3º D


viernes, 26 de octubre de 2012

DÍA DE LA BIBLIOTECA / 3

Seguimos mostrando las actividades que hemos realizado para celebrar el Día de la Biblioteca. Los alumnos de 3º de la ESO han hecho estos preciosos carteles nombrando algunas de las cosas que podemos encontrar en la biblioteca. Con ellos hemos forrado las puertas de nuestra modesta biblioteca que también aspira a ser grande, porque soñar es gratis.

jueves, 25 de octubre de 2012

DÍA DE LA BIBLIOTECA / 2

Nosotros somos de celebraciones largas, así que no tenemos bastante con un DÍA DE LA BIBLIOTECA, y nos vamos a demorar en la conmemoración. Si ayer reprodujimos el cartel de este año y el texto de José María Gutiérrez de la Torre, hoy os mostramos el mural que hemos hecho inspirándonos en sus palabras. Hablaba el presidente de la Asociación Española de Amigos del Libro Infantil y Juvenil de la biblioteca como un jardín, y a nosotros nos han crecido estas flores bibliotecarias, ilustradas, informáticas y hermosas.


 

Hemos puesto a las imágenes música de vals porque nos gustan las celebraciones a lo grande. No es un vals cualquiera, es el Vals nº 2 de Dmitry Shostakovich (1906-1975), uno de nuestros favoritos. La ocasión lo merece.


miércoles, 24 de octubre de 2012

DÍA DE LA BIBLIOTECA 2012




DÍA INTERNACIONAL DE LAS BIBLIOTECAS 2012 

 ¡Venid, venid todos! Bebés y niños, chicos y chicas, jóvenes y adultos de todos los orígenes, de todas las edades y de toda condición. ¡Venid a la Biblioteca! Entrad en este inmenso y hermoso jardín, multicolor y polifónico, donde crecen las más hermosas flores de la cultura humana: todo lo que sabemos y todo lo que imaginamos los seres humanos, las crónicas y los sueños, las batallas y los carnavales, las fiestas y los duelos... todo está aquí recogido y bien clasificado en sus estanterías, accesibles para que vosotros disfrutéis del placer de la lectura. 

Entrad con alegría pero con respeto. Recorred sus amplias avenidas con ricas arboledas, sus acogedores senderos bordeados de exuberantes rosaledas con las más hermosas rosas, deambulad por las pequeñas veredas que os llevarán a escondidos rincones donde crecen plantas raras pero de deliciosas flores. Os encontraréis allí con otras muchas personas amigas que, como vosotros, disfrutan de las bellas palabras, de las sugerentes imágenes, de los evocadores sonidos. 

 Entrad y valorad el trabajo de estos jardineros esforzados, hombres y mujeres responsables de la Biblioteca: ellos riegan la sabiduría de lo sembrado en sus estantes, podan con cuidado las horas de silencio, remueven la tierra del pensamiento con recomendaciones y propuestas, abonan la imaginación con actividades inesperadas... y siempre, siempre, están ahí, bajo el sol abrasador y bajo la lluvia, esperando que las palabras florezcan, y que nosotros seamos portadores de las semillas que aventan cada día las páginas de los libros que atesora su biblioteca. 

Aprended de ellos el amor por los libros y montad en vuestra casa vuestra propia biblioteca: por muy pequeña y modesta que sea será vuestro jardín y os llenará de olores, de sugerencias, de ideas, de sensaciones, que os harán sentiros llenos de gratitud, cercanos a esas personas, escritores e ilustradores, que contaron bellas historias para vosotros, de creadores que os hablaron de su mundo, de todos los mundos, para que vosotros os atreváis a mirar todos los horizontes y, al hacerlo, también os atreváis a mirar dentro de vosotros mismos para buscar vuestros más íntimos sentimientos, vuestros valores más auténticos. 

Venid hoy y venid todos los días que os sea posible a este hermoso jardín siempre florido, siempre acogedor, siempre pleno de sabiduría, de placer, de solidaridad, de respeto, de belleza...  

José María Gutiérrez de la Torre Presidente de la Asociación Española de Amigos del Libro Infantil y Juvenil

martes, 23 de octubre de 2012

CUENTOS, CUENTOS, CUENTOS...

Hoy va de manzanas (y de peras)

EL HAMBRE AGUDIZA EL INGENIO

Había una vez un niño llamado David que vivía en una ciudad muy grande. Tenía una hermana muy pequeña a su cargo debido a que eran huérfanos. Un día les entró mucha hambre, y su hermana se puso a llorar. David se preocupó tanto que decidió ir al mercado a pesar de que no tenía dinero. Iba pensando cómo podía conseguir comida sin pagarla y tuvo una idea. Fue a un puesto de frutas donde había mucha gente comprando y, sin que nadie se diera cuenta, cogió una de las manzanas de la base de un montón que estaba ordenado en forma de pirámide. Entonces se cayeron todas al suelo.

El dueño del puesto lo acusó de haber provocado la caída de las manzanas, pero el chico lo negó. El comerciante se puso a recogerlas y David le ayudó. Entonces, el señor le regaló varios kilos de manzanas. De esta manera, David y su hermana pudieron comer y se pusieron muy contentos.

Miguel Ángel Rocha, 3º C




LAS 15 MANZANAS

Jack era un chico que con 16 años se tuvo que poner a trabajar. Trabajaba para el señor Salgari. Un día, el jefe mandó al chico a comprar 15 manzanas, que era la fruta que más le gustaba. Fue a comprarlas y, al volver, entró en la cocina y dejó las manzanas que había comprado sobre la mesa. Al cabo de un rato, entró Erika, una de las empleadas de la casa, se acercó a la mesa y le dijo:

-¡Esas manzanas se ven muy ricas!

Jack, sin pensárselo dos veces, cogió dos manzanas y se las dio. Cuando llegó la hora de llevar la comida y las frutas a la mesa, el señor Salgari se dio cuenta de que faltaban dos manzanas. Él ya las había contado antes de que entrara Erika en la cocina.

-Jack... -dijo el señor Salgari.
-Sí, señor.
-Aquí hay solo trece manzanas, y yo conté quince. ¿Dónde están las  otras dos que faltan?
-Solo había trece, señor.
- ¡Imposible! -dijo,enfadado, el jefe.

Jack, muerto de miedo, bajó la cabeza y no dijo nada. Cuando Salgari le pretuntó a Erika, que era la única que estaba allí en ese momento, que si ella también había visto trece manzanas, la muchacha miró a Jack y respondió:

-Sí, señor, solo había trece manzanas y dos peras.
-¿Has dicho dos peras? -dijo, extrañado Salgari- Entonces seguro que conté esas dos peras pensando que eran manzanas. Podéis retiraros.

Jack suspiró y fue hacia la cocina, donde le dio las gracias a Erika.

El chico se salvó de un castigo, Erika se quedó con las dos manzanas y el señor Salgari se quedó convencido de que las manzanas que faltaban eran en realidad peras.

Alexandra Costache, 3º C

domingo, 21 de octubre de 2012

ORTOGRAFÍA

PORQUE / POR QUÉ

En fin, que nuestros alumnos confundan un POR QUÉ con un PORQUE, a pesar de que les repetimos una y otra vez qué diferencia hay, duele, la verdad; pero que aparezca esta falta en el suplemento de libros y cultura de El País, nos espanta. El desaguisado quedó impreso, para vergüenza y escarnio de los responsables de turno, en Babelia del día 13 de agosto de 2011, y allí estábamos nosotros para levantar acta:





Vamos a ver, por enésima vez repetimos:

a) PORQUE es una conjunción que se usa mayoritariamente para introducir proposiciones subordinadas causales:


No ha venido PORQUE tenía que quedarse con su hermanito.


b) POR QUÉ es la combinación de la preposición POR con el pronombre interrogativo o exclamativo QUÉ:


"...ahora no recuerdo POR QUÉ  dijo ese número..."


Eso hubiera sido lo correcto en el texto.


¿A quién le echamos la culpa? ¿Al señor Juan Cruz, autor del artículo; al corrector (si es que todavía existe esa figura); a la dirección del periódico? 


¡Ay, qué hartitos estamos de tanto analfabeto ortográfico!





viernes, 19 de octubre de 2012

CUENTOS, CUENTOS, CUENTOS...





JAQUE MATE DEL PASTOR

Érase una vez un rey muy rico que un día decidió retar a una persona del reino para que jugara una partida al ajedrez con él, porque estaba seguro de que nadie sería capaz de ganarle, ya que era el mejor jugador de todo el reino. Nadie quería jugar con él. Pero un día apareció un pastor que se atrevió a aceptar el reto. Comenzaron la partida y ganó el pastor. Entonces el rey le dijo:

-Puedes pedirme lo que quieras, ya que me has ganado. Puedes pedirme tierras, caballos, comida, oro... Lo que quieras.

-Quiero arroz -contestó el pastor-, pero me va a multiplicar los granos de arroz en cada cuadrado del ajedrez. En el primero, un grano; en el segundo, dos; en el tercero, cuatro...; así hasta llenar los sesenta y cuatro.

-Por supuesto que lo haré -dijo el rey.

Lo que no sabía es que iba a dar al pastor una cantidad desorbitada de granos de arroz. De esta forma, el pastor consiguió arruinas al rey.

Vanesa Hinojosa, 3º C


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EL REY Y EL VECINO DE JUAN


Érase una vez un noble caballero llamado Juan que trabajaba para un rey que no es que fuese muy bueno que digamos. Juan vivía en su propia casa, pero por las mañanas, muy pronto, tenía que estar en la mansión del rey para prepararle el desayuno, ordenar los muebles correctamente y hacerle la compra.

                Juan tenía un vecino muy amable que un día le contó que no tenía dinero para pagar el alquiler, y que no tenía dónde ir. Entonces Juan le dijo:
                -No te preocupes. Intentaré solucionar tu problema. Mañana iré a contarle a su majestad tu situación.
                Al día siguiente, Juan le explicó la situación de su vecino al rey, y éste le dijo que si quería vivir en esa casa, tendría que pagar o irse a vivir a la calle.
-Majestad, se lo suplico, dejadle vivir en su casa –le respondió Juan.
-¡Si quiere vivir en su casa, que pague el alquiler! –insistió el rey.
-O le dejáis vivir en su casa o yo no volveré a trabajar con vos –le dijo Juan airado.
-Tú no me haces falta, así que vete y no vuelvas.

                Pasaron varios días, y Juan, que tenía en su casa a su vecino, tuvo que ir al supermercado para hacer la compra. Una vez dentro, se dirigió a la sección de lácteos, y allí vio al rey mirando a un lado y a otro, sin saber qué tenía que comprar; porque normalmente era él quien le hacía la compra. Juan intentó alejarse poco a poco sin ser visto, pero el rey percibió sus movimientos y, cuando se dio cuenta de que era Juan, se fue corriendo detrás de él y le dijo:
-Por favor, Juan, te lo suplico, vuelve a trabajar para mí. No sabes lo que sufro sin ti.
-Si vos no podéis vivir sin mí –le respondió Juan-, pues imaginad cómo puede vivir mi vecino sin su casa. Tenéis que dejarle vivir en su casa y, además, darle un poco de dinero para que pueda comprar sus propios alimentos.
El rey lo comprendió y se dio cuenta de que, aunque tenía mucho dinero, sin Juan se veía como atado de pies y manos; así que le dijo:
-Está bien, desde hoy se hará lo que tú buenamente quieras.
Y así fue.


Imad Mohouti, 3º C

jueves, 18 de octubre de 2012


Porque lo teníamos cerca, porque nos gusta, porque hoy es hoy.


AHORA

Es ahora la hora
de sacudir la raíz y volverla hacia el cielo,
la hora de deslizar bajo la puerta
honorable del hombre
sin baldón y sin tacha un grito débil,
bajo la del cobarde una ocasión de muerte,
bajo la del avaro una súbita
apetencia de vida,
bajo la del cínico
un pensamiento compartido,
bajo la del creyente
la verdad que repite sin saberlo,
bajo la del necio amparado en sus dogmas
un globo de color del cielo libre,
bajo la del triste un niño,
bajo la del niño toda
la luz del mundo y bajo
la gran puerta del mundo
la palabra que haga
saltar los duros goznes,
dé paso a la riada,
forzar la sombra
en su estallido: el tuyo,
libertad.

José Ángel Valente

domingo, 14 de octubre de 2012

CUENTOS, CUENTOS, CUENTOS...




LA ASTUCIA PERDONADA

Había una vea un chico llamado Manuel al que le gustaba apostar dinero con sus amigos, aunque era de una familia muy pobre que no tenía suficientes recursos para vivir.

Un día su madre le mandó a comprar patatas, pero antes de que se fuera le advirtió de que no gastara el poco dinero que tenía apostando. Manuel salió a comprar, pero en el camino se encontró con sus amigos y decidió apostar. Él pensaba que así podría conseguir más dinero, pero no fue así y lo perdió todo. Entonces pensó en cómo conseguir las patatas para que su madre no se enfadara. Por el camino fue recogiendo papeles, luego fue a casa de uno de sus amigos, cogió pintura e hizo bolas de papel con pequeñas piedras dentro, las pintó del color de las patatas, las metió dentro de una bolsa y se las llevó a su madre. 

Al entrar en casa, su madre estaba ocupada, y él dejó las patatas en la puerta y le dijo que se iba a jugar. Al volver, estaba asustado, pero se madre al verlo lo miró molesta, pero a la vez sonriente por la astucia de su hijo. Lo perdonó, pero le hizo prometer que no usaría su astucia para cosas mejores.

Dalia Quispe, 3º C


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LA RIFA DEL BURRO

Rubén era un adolescente que tenía dieciséis años y vivía con su familia en una granja. Sus padres trabajaban día y noche en el campo sembrando y recolectando. Lo que obtenían lo vendían en el pueblo. Pero una mañana, su padre no pudo levantarse de la cama porque tenía mucha fiebre. Llamaron al médico y este dijo que esta malo y le recetó varias medicinas para salvarle, pero no tenían dinero para comprarlas. 

Rubén estuvo toda la noche sin dormir pensando en cómo conseguir dinero. Por la mañana ya tenía la solución: haría una rifa en el pueblo, rifaría su burro, aunque él no tuviera ningún burro. Hizo cien papeletas a 3 euros cada una, se acercó al pueblo y, en menos de dos horas, las vendió todas. A los tres días, rifó el burro y le tocó al barrendero del pueblo, pero Rubén le dijo que había surgido un problema: la noche anterior el burro se había muerto. El barrendero se enfadó y le dijo que le devolviera el dinero de la papeleta. Rubén se lo devolvió, y así es como consiguió 297 euros, que era lo que costaban las medicinas, y salvó a su padre.

Juan Ángel Martín, 3º C

viernes, 12 de octubre de 2012

EL ESCRITOR CHINO MO YAN RECIBE EL PREMIO NOBEL DE LITERATURA 2012




Mo Yan (莫言, en chino) nació en Gaomi, Shandong, el 17 de febrero de 1955. Su nombre verdadero es Guan Moye ( 管謨業), que significa “no hables”. No hizo honor a su nombre y sí habló, y escribió. 

 Sus padres eran granjeros en la provincia de Shandong, provincia del este de China que se asoma al mar Amarillo, y seguro que el muchacho vio crecer, asombrado, el sorgo que años más tarde daría título a una de sus novelas más famosas. Fue poco al colegio porque pronto se puso a trabajar en una refinería de petróleo. Eran los años de la Revolución Cultural china, ese movimiento que inició Mao Zedong en 1966 para alejar al partido comunista de las tentaciones capitalistas (qué lejano suena todo). 

Cuando cumplió los veinte años se alistó en el Ejército Popular de Liberación, y pronto comenzó a escribir, convirtiéndose en un soldado-escritor. Su primera novela, Lluvia en una noche de primavera, se publicó en 1981 y tuvo éxito; quizá por eso, tres años más tarde, le dieron un puesto en la Escuela de Arte y Literatura del Ejército (¿batallones armados con plumas y papel para conquistar el mundo?). Su nuevo destino le permitió más tiempo para escribir. 

Su novela Rábanos transparentes fue un éxito popular en china, y Sorgo rojo (1987) hizo que se le conociera más allá de las fronteras de su país, ya que fue llevada al cine por el director Zhang Yimou, y ganó el Oso de Oro en el Festival de Cine de Berlín en 1988. Su obra empezó a traducirse a las principales lenguas occidentales. En 1996 publicó Grandes pechos, amplias caderas, una obra en la que se nos cuenta la historia de su país durante el siglo XX a través de la experiencia y la mirada de una mujer. Al gobierno chino no le gustó mucho y la prohibió. Quizá le recordaron lo que significaba su nombre. En 2008 publicó Las baladas del ajo, un retrato de la China rural que él mismo conoció de niño. 

 Sorgo rojo no ha sido su única obra llevada al cine, también hay versiones cinematográficas de Happy Times (2000), del mismo director, y Nuan (2003), dirigida por Huo Jianqi. 

 En este momento, podemos encontrar traducidas al español las siguientes novelas: 

 - Sorgo rojo (El Aleph, 2002) 
- Grandes pechos, amplias caderas, (Kalias, 2007) 
- Las baladas del ajo (Kalias, 2008) 
- La vida y la muerte me están desgastando (Kalias, 2010) 

 Seguro que las editoriales ya se han puesto manos a la obra para tener pronto muchos más títulos de este autor en el mercado. 

 Para los que quieran conocer más, ofrecemos dos enlaces periodísticos que dan cuenta de él y de su obra: 

«Pitos y aplausos para el Nobel Mo yan»

 «La voz recuperada de Mo Yan» 

«Mo Yan, ‘el Kafka chino’, publica en España Grandes pechos, amplias caderas»


martes, 9 de octubre de 2012

CUENTOS, CUENTOS, CUENTOS...


LAS VELAS

Hubo una vez un padre que tenía tres hijos: dos varones y una chica que era la pequeña. El padre, que se llamaba Federico, estaba preocupado porque no sabía a quién dejarle la casa y las tierras en herencia; así que reunió a sus hijos y les dijo que tenían que llenar con algo, lo que fuera, dos habitaciones de la casa.


A la mañana siguiente era el turno del mayor, quien, al acabar el día, había llenado una habitación entera más la mitad de la otra con chatarras y trastos viejos.


Llegó la mañana siguiente y fue el turno del hijo mediano, y éste, al acabar el día, había llenado una habitación entera más tres cuartas partes de la otra con heno.


El tercer día le tocó a la pequeña, y el padre vio que la muchacha no hacía nada en todo el día, así que fue a preguntarle. La hija le pidió que la acompañara en la noche para verlo. Se hizo la noche, la chicha cogió dos velas y dos cerillas. El padre la acompañó y pudo observar cómo su hija colocaba una vela en cada habitación y las encendía. De repente, se dio cuenta de cómo su hija había llenado las dos habitaciones con lo más fácil del mundo: con la luz. Así pues, el padre ya tuvo claro con quién se quedaría la casa y los terrenos.


Maurico Javier Zambrano, 3º C


domingo, 7 de octubre de 2012

ORTOGRAFÍA


La Sra. Pérez, tras sacarse su título de Óptica, encargó este coquetuelo cartel cerámico para su farmacia-óptica. Es una pena que no se pusieran las cuatro (¡CUATRO!) tildes que faltan; con lo bonito que hubiera quedado así:


ÓPTICA
María José Pérez

A lo mejor, el alfarero le hizo un descuento por eliminarlas. La verdad, no sabemos si la Sra. Pérez es un pelín analfabeta o un poco tacaña. ¡A saber!

viernes, 5 de octubre de 2012

CUENTOS, CUENTOS, CUENTOS...

Hoy tenemos el cuento de nuestro querido Jesús, un atlético de pro que ha cometido aquí una pequeña infidelidad futbolístico-literaria.


EL MEJOR JUGADOR DEL MUNDO

Érase una vez un niño al que le gustaba jugar mucho al fútbol. Se llamaba José, y vivía con sus padres. Un día José se fue con sus amigos a jugar al fútbol a una pista que estaba al lado de su casa. El niño no sabía que era muy bueno. Un buen día se fue al colegio y, cuando llegó el recreo se fue a la pista a jugar, pero no le dejaron. Él insistió y, al final, le dejaron. Gracias a él ganaron 5-0. Al día siguiente era sábado, y por la tarde bajó a jugar. De repente, pasó un entrenador de fútbol y se quedó viendo cómo jugaban. Al acabar el partido llamó a José y le dijo que si quería jugar en el Atlético de Madrid. El muchacho se emocionó mucho y le dijo que sí. El sábado siguiente ya empezó a jugar en el equipo juvenil. Era tan bueno que terminó jugando en el Real Madrid. Ganaron muchos partidos gracias a él y fueron campeones de la Liga y de la Copa del Rey.

Jesús Muñoz, 3º D