viernes, 30 de marzo de 2012

LA TÍMIDA PRIMAVERA SORIANA

Tras la muerte de Leonor, Machado abandona Soria y se marcha a Baeza, pero el recuerdo de la ciudad castellana y de su mujer perviven en el poeta. Este poema dedicado a su buen amigo soriano José María Palacio está impregnado de la melancolía por esa tímida primavera castellana. En ninguna parte se nombra a Leonor, pero el último verso condensa su recuerdo con ese "Espino", nombre del cementerio donde estaba (y está enterrada) y ese "su tierra", la tierra que le pertenece y a la que pertenece. Luego, los puntos suspensivos. Cuánta emoción y cuánto sentimiento.




A JOSÉ MARÍA PALACIO

Palacio, buen amigo,
¿está la primavera
vistiendo ya las ramas de los chopos
del río y los caminos? En la estepa
del alto Duero, Primavera tarda,
¡pero es tan bella y dulce cuando llega!...
¿Tienen los viejos olmos
algunas hojas nuevas?
Aún las acacias estarán desnudas
y nevados los montes de las sierras.
¡Oh mole del Moncayo blanca y rosa,
allá, en el cielo de Aragón, tan bella!
¿Hay zarzas florecidas
entré las grises peñas,
y blancas margaritas
entre la fina hierba?
Por esos campanarios
ya habrán ido llegando las cigüeñas.
Habrá trigales verdes,
y mulas pardas en las sementeras,
y labriegos que siembran los tardíos
con las lluvias de abril. Ya las abejas
libarán del tomillo y el romero.
¿Hay ciruelos en flor? ¿Quedan violetas?
Furtivos cazadores, los reclamos
de la perdiz bajo las capas luengas,
no faltarán. Palacio, buen amigo,
¿tienen ya ruiseñores las riberas?
Con los primeros lirios
y las primeras rosas de las huertas,
en una tarde azul, sube al Espino,
al alto Espino donde está su tierra...


martes, 27 de marzo de 2012

DÍA MUNDIAL DEL TEATRO

Hoy se celebra el Día Mundial del Teatro, y este año se lo vamos a dedicar a la COMEDIA DEL ARTE, a CARLO GOLDONI, a GIORGIO STREHLER, al PICCO TEATRO DI MILANO y a FERRUCCIO SOLERI. ¿Mucha gente para un homenaje? No, todos son lo mismo: puro teatro.

La razón de nuestra elección es que este año, el GRUPO DE TEATRO DEL IES EL OLIVO va a participar en la XI MUESTRA DE TEATRO DE LOS IES DE PARLA con la obra de Carlo Goldoni El servidor de dos amos (Arlequín servidor de dos amos, desde que allá por los años cuarenta del siglo pasado la montar
a el genial Giorgio Strehler con el Piccolo Teatro di Milano).

Antes de ponerse a ensayar la obra, los alumnos del Taller de Teatro aprendieron qué es la Comedia del Arte, quién era Goldoni... y muchas cosas más. Hemos preparado una presentación para que todos lo sepáis.





Aquí tenéis unas imágenes del actor Ferruccio Soleri (Florencia,Italia 1929) en el papel de Arlequín. Es uno de sus más famosos intérpretes, y ha representado ese papel desde 1959 hasta que ya no pudo dar los saltos y volteretas que le caracterizaron. El Piccolo Teatro di Milano y Soleri han llevado esta pieza por todo el mundo. Algunos recordamos, todavía con emoción, cuando vinieron a Madrid con esta obra.




¡VIVA EL TEATRO!

miércoles, 21 de marzo de 2012

PRIMAVERA MACHADIANA

Hoy empieza la primavera la celebramos con un poema de Antonio Machado, como no podía ser de otro modo. Hemos elegido "A un olmo viejo", uno de los poemas de su obra Campos de Castilla, que estamos homenajeando durante este año por cumplirse cien años de su primera edición.

Leonor, su niña-esposa, se moría. Antonio Machado vio en el tímido verdor de algunas hojas del olmo moribundo una imagen de la esperanza de vida que él ansiaba. Bello poema para esta primavera. Tenemos más. Disfrutadlos.



A UN OLMO VIEJO

Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.

¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.

No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.

Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.

Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas en alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.

Antonio Machado

sábado, 10 de marzo de 2012

ALUMNOS DE 4º ENTREVISTAN A IAN GIBSON

Cuando sacamos nuestra grabadora -un sencillo mp4 de los que podemos encontrar en cualquier tienda en los tiempos que corren-, Ian Gibson, muy natural, exclama con sorpresa: “¡Qué pequeña!”. Enseguida comienza a recordar la época en la que él llegó a España por primera vez, allá por 1965, con la intención de entrevistar a todo aquel que pudiera darle alguna información sobre las raíces de la poesía de Lorca. Nos cuenta que llevaba una grabadora enorme, del tamaño de una caja de zapatos grande, y que hacía un ruido infernal al grabar. Entre risas, y aprovechando la regresión al pasado de su memoria, comenzamos la entrevista.

ALUMNOS (IES ‘EL OLIVO’): ¿Qué hace que un irlandés se enamore de España?


IAN GIBSON: Yo creo que esto es algo que pasa, no lo eliges. Te enamoras de una persona, de un tema… En mi caso, lo primero fue el contacto con Castilla: con su sol, su verano castellano que yo desconocía, porque yo vengo de una isla lluviosa (Irlanda).
Me enamoró también el contacto con la poesía española, y poco a poco se fue desarrollando mi fascinación por el país. Creo que había en mí una añoranza de sol y de sur. Y aquí estoy, en Parla (risas).

A.: ¿Qué proceso sigue para investigar sobre los autores que le interesan?


I. G.: En mi caso, ha sido un lento aprendizaje. Primero, tiene que haber pasión, porque si no, no vas a dedicar horas en bibliotecas, en hemerotecas, localizando gente, grabando entrevistas… Y una vez que hay pasión, poco a poco se va descubriendo la manera de hacer las cosas, porque yo tampoco tuve maestros.


Siempre he sido un gran lector de libros y siempre me han gustado las biografías. En su momento, me di cuenta de que tenía cierto talento como investigador. Hay que conocerse bien a uno mismo para saber qué tipo de aptitudes se tienen. No es que sea un don genial, pero a mí me sirvió para hacer lo que quería: comunicarme con el mundo a través de la publicación de mi trabajo.


A.: ¿Cuál de las tragedias sufridas por los cuatro protagonistas de Cuatro poetas en guerra le impactó más?


I. G.: Sin lugar a dudas, la de Lorca. Y me sigue impactando. Fue un poeta que vivió siempre rodeado de muerte. Incluso intuyó su propia muerte, que ocurrió en su Granada querida, a la que él había hecho célebre.


A.: ¿Qué otro libro de los que ha escrito nos recomienda al público juvenil?


I. G.: Qué pregunta más difícil… He publicado muchas cosas. Yo creo que mi libro sobre Rubén Darío (Yo, Rubén Darío) tiene su pequeño encanto, porque Rubén Darío es otro poeta que fue muy importante en mi vida. Además, fue el maestro de Lorca, quien considero que empezó a descubrir su don poético leyendo a Rubén Darío.


A.: ¿Cuáles son sus próximos proyectos?


I. G.: El próximo proyecto ya está en marcha: una biografía de Luis Buñuel, el cineasta, probablemente el más importante que ha producido este país. Además, era íntimo amigo de Lorca y Dalí. Yo llegué a él a través de las primeras biografías que escribí sobre Lorca y Salvador Dalí, así que ahora le tocaba el turno al tercer amigo del grupo; eran como los tres mosqueteros. Unos genios.

Sobre Luis Buñuel aún me quedan al menos dos años de trabajo, aún mucho camino que recorrer. “Haciendo camino al andar”, como decía Machado.

 

TERCER GRADO

A.: Un lugar del mundo.
I. G.: Granada.
A.: Un lugar de España.
I. G.: El Cabo de Creus.
A.: Un poeta.
I. G.: Paul Verlaine.
A.: Una poesía.
I. G.: ‘A un olmo seco’, de Antonio Machado. Uno de los más grandes poemas del idioma.
A.: Una época histórica.
I. G.: La actual, que es fascinante. Está muy bien estudiar el pasado, pero también hay que estar inmerso en la época actual.
A.: Un autor sobre el que le gustaría escribir.
I. G.: Benito Pérez Galdós, el novelista.

Entrevista realizada por los alumnos de 4º ESO del IES ‘El Olivo’

viernes, 2 de marzo de 2012

LENGUA Y CINE: SABRINAS



Cuando el cine era la principal fuente de distracción de este país, se convirtió en una ventana al mundo, cuyos cristales a veces velaba la censura. Todo lo que allí salía se convertía en modelo, sobre todo lo que tenía que ver con la moda.

Muchas formas de vestirse, de peinarse, de decorar las casas llegaron a través de las pantallas, pero también llegaron palabras y expresiones para nombrar todas esas novedades que se han quedado en nuestra lengua, y otras que sólo han estado por un tiempo. A esas palabras vamos a dedicar esta sección de Lengua y cine. Irán apareciendo de vez en cuando. Empezamos hoy con SABRINAS.

Las SABRINAS, como mucha gente sabe, son unos zapatos de mujer sin tacón y con la puntilla con escote redondeado, tipo salón. También se conocen con el nombre de “bailarinas” o “manoletinas”. Todos las reconoceréis porque últimamente están de moda. El primer nombre es por su parecido con el calzado que suelen usar las bailarinas; y el segundo, por ser similares al utilizado por los toreros, de los que Manolete (1917-1947) parece ser el paradigma.

Si buscamos en el diccionario de la RAE, encontramos en las entradas “bailarina” y “manoletina” la referencia a este tipo de calzado femenino, pero no aparece “sabrina”. Sin embargo, si ponemos en Imágenes de Google la palabra, no hay duda: aparecen los citados zapatos, y Google es ya casi autoridad académica . Parece que todavía tiene vigencia la palabra, pero no sabemos cuánto va a durar.





Pues bien, esas “sabrinas” deben su nombre a una película, Sabrina, y, sobre todo, a su actriz protagonista: Audrey Hepburn.





Sabrina es una deliciosa comedia dirigida por Willy Wilder (1906-2002) en 1954. La película nos cuenta la vida y los  sueños de Sabrina, la hija de chófer británico de los ricos y poderosos Larrabee. La joven, enamorada desde niña del joven y frívolo David Larrabee, es enviada a París para que se labre un futuro. Vuelve hecha una mujer elegante y seductora que sigue enamorada del menor de los Larrabee, quien, por fin se fija en ella. Pero Linus Larrabee, el hermano mayor, no está dispuesto a permitir esa historia de amor.



La encantadora Audrey Hepburn es Sabrina, y la acompañan en el reparto Humphrey Bogart y William Holden. No es la mejor película de Wilder: fue un encargo de Hollywood, más impuesto que deseado; el guión se iba escribiendo a medida que avanzaba la película y nadie, ni siquiera el director, tenía claro el final; Bogart no se llevaba bien con sus compañeros, no se sentía cómodo en un papel tan alejado del “duro” al que estaba acostumbrado; la joven y angelical Audrey parece que fue seducida por el donjuán Holden... Hubo peleas, discusiones y alcohol, mucho alcohol. Wilder recordaba el rodaje como una pesadilla.

A pesar de todo, la película es encantadora, y en ella aparecía Hepburn con ese tipo de calzado, por lo que se le adjudicó el nombre del film y de su protagonista. Por otra parte, esta actriz apareció en otras películas luciendo esas “sabrinas”, que pasaron a formar parte de su imagen (hoy se dice look), tan de moda actualmente.




Recientemente, se hizo una nueva versión de la película (remake, se dice ahora): Sabrina (y sus amores) (1995) dirigida por Sydney Pollack, con un ya maduro Harrison Ford, Julia Ormond y Greg Kinnear. Una versión correcta que no es más que una modernización de la anterior, a la que sólo añade cierto aire de teleserie americana. Se deja ver, nada más.





En fin, ya sabéis de dónde viene ese nombre de “sabrinas”. No creo que la palabra perviva mucho tiempo en nuestra lengua, así que aquí dejo constancia de su paso y larga estancia (lleva con nosotros más de cincuenta años). 

María Moulinex