viernes, 27 de enero de 2012

VISITA A LA BIBLIOTECA GLORIA FUERTES DE PARLA

Este año, nuestro departamento ha vuelto a organizar las visitas a la biblioteca Gloria Fuertes con los alumnos de 1º de la ESO. La actividad, lo mismo que el curso anterior, ha resultado muy satisfactoria, ya que los alumnos pudieron acercarse a un importante recurso del municipio y disfrutaron con las expicaciones y las actividades que para ellos organiza el personal de la biblioteca.


sábado, 21 de enero de 2012

GUILLERMO VALENCIA


Ayer publicábamos el taller de poesía que tomaba como base el poema "Biografía" de Guillermo Valencia, justo es, ya que hemos tomado prestado su poema, que hablemos un poco de él.


Nació en Popayán (Colombia) en 1873. Hombre culto, cultísimo, combinó la poética y la política. Puede que fuera mejor poeta que político, pero dicen que fue un gran orador. Como buen burgués criollo, viajó por Europa, y en París conoció a Rubén Darío, quien debió convercerle de que la poesía era azul, y de que en el Parnaso poético habitaban el Parnasianismo, el Simbolismo y el Decadentismo; así que el colombiano se hizo seguidor de Baudelaire, Verlaine, Mallarmé, Wilde, D'Annunzio... Se hizo, por lo tanto, poeta modernista de hiperestésicos atardeceres.

Falleció en 1943 en su pueblo natal.


Lo recordamos con un un poema:


HAY UN INSTANTE...


Hay un instante del crepúsculo
en que las cosas brillan más,
fugaz momento palpitante
de una morosa intensidad.


Se aterciopelan los ramajes,
pulen las torres su perfil,
burila un ave su silueta
sobre el plafondo de zafir.


Muda la tarde, se concentra
para el olvido de la luz,
y la penetra un don süave
de melancólica quietud,


como si el orbe recogiese
todo su bien y su beldad,
toda su fe, toda su gracia
contra la sombra que vendrá...


Mi ser florece en esa hora
de misterioso florecer;
llevo un crepúsculo en el alma,
de ensoñadora placidez;


en él revientan los renuevos
de la ilusión primaveral,
y en él me embriago con aromas
de algún jardín que hay ¡más allá!...

viernes, 20 de enero de 2012

TALLER DE POESÍA / UN MUNDO DE SUSTANTIVOS

Los talleres de poesía son un excelente instrumento para que los alumnos del primer ciclo de la ESO descubran la poesía y se vayan acostumbrand a ellas y a sus juegos con el lenguaje. Se pueden combinar, además, con el repaso de la morfología, como hemos hecho en este caso con el sustantivo.


La actividad ha consistido primero en una lectura del poema "Biografía" del poeta colombiano Guillermo Valencia (1873-1943), construído exclusivamente con sustantivos, a excepción del único adjetivo que lo cierra.


BIOGRAFIA

Cuna, Babero, Escuela, Libros, Tesis, Diploma.
Pobreza, Pleitos, Jueces, las Cortes, Ruido.
Comités, Elecciones. Tribuna. Gloria. Olvido.
Viajes. El Bosque. Londres. París o Roma.

Regreso. Novia. Enlace, Rorros. Dientes. Aroma.
Ilusión. Señoritas. La sociedad. Marido.
Bailes. Celos. Pesares. Esclavitud. Gemido.
Nietos. Babero. Escuela. Griego. Latín y Doma.

Vejez. Gota. Desvelos. Desilusión. Novenas.
Ceguera. Gripe, vértigos. Callos. Penas.
Abandono. Esquiveces. El patatús. La fosa.

Llanto. Duelo, Discursos. Decreto. Paz. Sonrisa.
Risa. Chalets. Pianola. Paseos. Una misa.
Timba. Silencio. Ortigas. Ausencia, Cruz mohosa.


Una vez leído y comentado, los alumnos han de crear su propio poema sólo con sustantivos en el que desarrollen de forma sintética su experiencia vital o la cotidianeidad de un día de su vida. Los resultados se leen en clase.


Aquí tenéis algunos de los poemas "biográfico-sustantivos":


Cama, ropa, camiseta, pantalón calcetines, playeras.
Escaleras, desayuno, dientes, mochila, camino.
Instituto, clases, Mates, Lengua, Sociales, Naturales,
Ciudadanía, Francés, Inglés, Música, Educación Física.
Recreo, clases, timbre, libros, mochila, camino.
Casa, comida, descanso, tele, deberes.
Medias, espinilleras, entrenador, entrenamiento, fin.
Casa, ducha, cena, tele, dientes, cama, sueño.

Fernando J. Gracia, 2º B


Cama, desayuno;
peine, pelo;
mochila, espalda;
puerta, calle;
instituto, silla,
clase, libros,
mesa, recreo,
clase, fin.
Casa, comida;
dientes, cepillo,
boca, enjuague, agua;
libros, memoria, deberes;
tele, fútbol, balón,
pie, gol, fin.
Casa, ducha,
cena, tele;
cama, sueños.

Iván Rico, 2º B


Cama, bostezo, regaños, sueño.
Legañas, desayuno, dientes, camino.
Aburrimiento, clases, chicas, alegría.
Recreo, comida, clases, salida.
Parada, autobús, casa, almuerzo.
Tele, deberes, Tuenti, ropa.
Camino, entrenamiento, hogar, cena.
Tuenti, dientes, cama.

Carlos Quintero, 2º B


Nacimiento, tristeza, colegio, estudio.
Crecimiento, autobús, Beijing, avión.
Desplazamiento, España, papá, casa.
Colegio, estudio, vacaciones, estudio.

Verano, alegría, ordenador, tristeza.
Colegio, confusión, aprendizaje, verano.
Instituto, aprendizajes, amigos, alegría.
Vacaciones, ordenador, estudio, instituto.

Ke Huan Dai, 2ºC


Cama, alarma, bostezo, sueño.
Desayuno, dientes, tele.
Camino, clases, aburrimiento.
Amigas, recreo, bocadillo.

Clases, aburrimiento, salida.
Camino, casa, tele, almuerzo.
Facebook, deberes, merienda, tuenti.
Parque, amigas, alegría.
Casa, cena, dientes, camita.

Luisa Geanella Bustamante, 2ºC


Cama, baño, ducha, televisión,
ropa, cartera, calle, colegio,
entrada, clase, estudio, salida,
comida, televisión, academia.
Ordenador, calle, chuches, fútbol,
deberes, ordenador, teléfono, televisión,
cena, televisión, cama, manta,
lectura, luz, sueño, oscuridad.

Diego Pina, 2º C

Quito, guardería, hospital,
anemia, recuperación, salida,
hospital, mamá, hija.

Despedida, aeropuerto, viaje.
España, aeropuerto, papá,
hermanos, Madrid, casa,
familia, cena, cole, amigos.

Mudanza, casa, Parla,
colegio, diversión, aprendizaje.
Vacaciones, Ecuador, familia,
bienvenida, sueño, desayuno.

Paseo, fiesta, primos, casa,
noche, sueño, mañana,
desayuno, fiesta, playa,
despedida, Madrid.

Daysi Sandoval, 2º D


España, alegría, nervios, mamá,
papá, abrazo, coche, casa, dormir.
Día, camino, tiempo, sol,
casa, Parla, tío, abrazos, Retiro.

Colegio, recreo, clase, salida.
Casa, almuerzo, siesta, deberes,
ordenador, calle, paseo, parque.
Casa, noche, dormir, mañana.

Luis Ernesto Gonzales, 2ºD

viernes, 13 de enero de 2012

CRITERIOS DE EVALUACIÓN DE LA EXPRESIÓN ESCRITA



Ayer me pasé la tarde corrigiendo una buena pila de tareas de expresión escrita. Me esmeré. En cada trabajo me dediqué a poner detalladamente los elementos que convendría mejorar: en algunos, ortografía de la acentuación; en otros, ortografía de letras; aquellos, la adecuación; estos la coherencia; otros, el registro... Un alumno bueno me escribió este mensaje: "No estoy de acuerdo con la justificación que me das. A mí me parece que está muy conseguido y que me expreso bien".


De todo mi trabajo por animar y orientar, había entendido que no era válido... ¿Dónde estuvo el error?


Como siempre, creo que se lo damos todo demasiado masticado. Nuestra tarea es más una labor a largo plazo. En seguida, recurrí a mis criterios de evaluación de la expresión escrita, después de años de estudio, reflexión y trabajo con los alumnos:


1. ADECUACIÓN PRAGMÁTICA: Es la propiedad textual basada en el cumplimiento de las normas relacionadas con el emisor, receptor, el tema, la situación y la intención comunicativa que condicionan la variedad (dialectal o estándar) y registro (formal/informal) que se debe emplear.


Fuerza ilocutiva: Cumple el propósito comunicativo establecido (informar, pedir datos, presentar una queja, etc.).

Respeta las convenciones sociales y discursivas del género (carta, instancia, noticia, cuento, etc.).
Dialecto: Uso sostenido de la variedad diafásica, diatópica o diastrática apropiadas a la situación comunicativa.

Registro: Uso sostenido del registro apropiado al contexto y al género discursivo (oral /escrito), control del nivel de formalidad (por ejemplo: tú/ usted/ vos), el grado de especificidad (por ejemplo: test de elección múltiple, prueba, examen), la modalidad objetiva o subjetiva.


2. COHERENCIA PRAGMÁTICA Y SEMÁNTICA. Es la propiedad del texto bien formado en torno a un tema o idea principal, que selecciona y jerarquiza la información (relevante / irrelevante) y organiza la estructura comunicativa de una manera determinada (introducción, apartados, conclusiones, etc.). La estructuración ayuda a construir y organizar el significado del texto.


Construcción del significado. Incluye todas las informaciones necesarias para ser comprendido por el lector. Atención al grado de explicitación, a la recuperabilidad pragmática de implícitos, a la macroestructura del contenido, al embalaje informativo (tema, rema).

Estructura y progresión de la información. Ordenación lógica de los datos según el interlocutor y la modalidad discursiva (narración, descripción, argumentación, etc.). Uso de superestructuras y embalaje informativo (tema/rema) adaptado a la progresión textual.

Párrafos y apartados. Organización del contenido en unidades jerárquicas y gráficas de una manera lógica.

Se da una progresión temática (causalidad, consecuencia, adición, afirmación, etc.).


3. COHESIÓN SEMÁNTICA Y GRAMATICAL. Las diferentes frases del texto se conectan entre sí formando una densa red de relaciones. Los mecanismos que se utilizan para conectarlas se denominan formas de cohesión, y pueden ser de distintos tipos: repeticiones y anáforas, relaciones semánticas entre palabras (antonimia y homonimia), enlaces, conectores, elipsis…


Conectores. Uso de procedimientos de conexión intra y extraoracional. Atención al uso de marcadores metadiscursivos de amplio alcance.

Anáforas y deícticos. Usos elípticos, anafóricos y deícticos recuperables, sin ambigüedades y con variación léxica y sintáctica.

Puntuación. Usos adecuados, correctos y variados de la puntuación y los recursos tipográficos.


4. CORRECCIÓN GRAMATICAL: Los conocimientos gramaticales aplicados de fonética, ortografía, morfosintaxis y léxico.


Respeta las normas de la ortografía, morfología y sintaxis española.
Usa un léxico recogido por los diccionarios de referencia


5. ESTILO y PRESENTACIÓN: Es una categoría más bien abierta que pretende evaluar la capacidad expresiva y el estilo de un texto, más allá de las cuestiones incluidas en los conceptos anteriores.


Riqueza léxica. Usa un léxico diverso y preciso, sin repeticiones.

Madurez sintáctica. Grado de complejidad y variación de las estructures sintácticas.

Recursos expresivos y estilísticos: fraseología, expresiones, figuras retóricas, etc.

Riesgo asumido. Grado de dificultad y ensayo que asume el aprendiz. Sugiere que el alumno ha asumido riesgos (ha usado sinónimos, vocablos menos corrientes, tiempos verbales complejos, etc.).


Además de estas propiedades, los manuales de expresión escrita también cuentan con otro factor, la disposición del texto en el papel. Por ejemplo, en una carta hay que saber separar la fecha, el destinatario, guardar márgenes, etc. Se trata del conjunto de convenciones sociales que regulan la presentación de los escritos. Los elementos paratextuales son muy importantes en el proceso de comprensión, ya que se refieren a su presentación. No basta que un texto sea coherente, cohesionado, adecuado y gramaticalmente correcto, si no tiene buena disposición, de lo contrario, pierde su valor como tal.


Estos los tenía claros y desde hace años me parecen de una ayuda y riqueza sin parangón. Pero el fallo estuvo en la metodología. Me explico. Le di todo mascadito. Él no intervino, se sintió juzgado desde fuera. Esto me trajo a la memoria el famoso decálogo para mejorar la corrección:


  1. Corrige solo lo que el alumno pueda aprender. No vale la pena dedicar tiempo a corregir cosas para las cuales el alumno no está preparado.
  2. Corrige cuando el alumno tenga fresco lo que ha escrito; o sea, en el momento en que lo escribe o poco después. No dejes pasar mucho tiempo entre la redacción y la corrección.
  3. Si es posible, corrige las versiones previas al texto, los borradores, los esquemas, etc. Recuerda que es mucho más efectivo que corregir la versión final.
  4. No hagas todo el trabajo de la corrección. Deja algo para tus alumnos. Marca las incorrecciones del texto y pídeles que busquen ellos mismos la solución correcta.
  5. Da instrucciones concretas y prácticas y olvida los comentarios vagos y generales. Por ejemplo: reescribe el texto, fíjate en este punto, amplía el párrafo 3º, escribe frases más cortas, añade más puntos o comas al 2º párrafo... Escribe o di cosas que el alumno pueda entender.
  6. Deja tiempo en clase para que los alumnos puedan leer y comentar tus correcciones. Asegúrate de que las leen y las aprovechan.
  7. Si puedes, habla individualmente con cada alumno. Corrige oralmente sus trabajos escritos. Es más económico, práctico y seguro.
  8. Da instrumentos para que los alumnos puedan autocorregirse; enséñales a consultar diccionarios y gramáticas, dales pistas sobre el tipo de error que han cometido, estimúlales para que revisen el escrito...
  9. No tengas prisa por corregirlo todo. Tómate tiempo para corregir concienzudamente cada escrito. Asegura la calidad de la corrección, aunque la cantidad se resienta de ello.
  10. Utiliza la corrección como un recurso didáctico y no como una obligación. Utiliza técnicas de corrección variadas. Adáptalas a las características de cada alumno.


Espero que os sea útil como a mí. Creo que en nuestra tarea pedagógica siempre es interesante tener una dirección clara, unas herramientas útiles y un estilo de trabajo eficaz que ayude a sacar lo mejor de cada alumno.




Javier García

viernes, 6 de enero de 2012

CARLOS JOAQUÍN CÓRDOVA, IN MEMÓRIAM


Nació en Cuenca (Ecuador) en 1914 y fue un culto erudito que se ganó la admiración de propios y extraños como lexicógrafo: estudioso y recolector de palabras y hacedor de diccionarios. Durante muchos años, con paciencia, rigor, inteligencia y sentido del humor, fue haciendo, a lo largo del su país, ejercicios de escucha de la cotidianeidad, recogiendo palabras como chuchaqui, curuchupa o muspa, anotándolas en fichas hasta juntar miles, las que integran su El habla del Ecuador. Diccionario de ecuatorianismos, editado en dos volúmenes en 1995 con 6100 entradas, y reeditado en 2008, ya con 10.000 entradas y tres tomos.


Fue director de la Academia Ecuatoriana de la Lengua hasta 2008, y en ese mismo año viajó a España con su cargamento de vocablos ecuatorianos para enriquecer con ellos el caudal del diccionario de la Real Academia Española. Su estancia se alargó porque sufrió un infarto. Su corazón llevaba más de noventa años latiendo con elegancia, y estaba un poco cansado. Fue ingresado en el hospital Gregorio Marañón, pero entró a pie y con ánimo, como buen caballero que era. Le costó acostumbrarse al tuteo y al trato tan directo de las enfermeras (el amaba el rodeo y la envoltura de palabras), pero se acostumbró. Allí compartió habitación con un pastor de la sierra de Canencia; con el conversó horas y horas disfrutando del recio castellano de su amigo. Cuando le dieron el alta, ambos se despidieron entre lágrimas.


De vuelta a Ecuador, ya recuperado, presumía –con humildad y elegancia, eso sí- de haber conseguido que la Academia Española añadiera a su diccionario más de cuatrocientos ecuatorianismos, aunque le hubiera gustado que fueran más.

También estudió la influencia de la lengua inglesa en el habla ecuatoriana, lo que dio origen a su obra Un millar de anglicismos, donde recogía, por ejemplo, ese oquey que hoy forma parte del habla cotidiana de los campesinos, y que entró en el vocabulario de Ecuador después de la Segunda Guerra Mundial.


Con su rostro enjuto, el cabello cano revuelto y su mirada vivaz e inteligente, recibía a los amigos en su despacho de Quito, rodeado de miles de libros, muchos de lingüística y de lexicografía, pero también de literatura, porque era un gran lector, también de juicio inteligente y fino.


Este defensor del castellano ha sido recordado por el actual director de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, Salvador Lara, como “un caballero a carta cabal, incapaz de ofender a nadie”. No se puede decir eso de todo el mundo. Otra peculiaridad para recordarlo: este cuencano trasplantado a Quito conservó siempre la pronunciación de la “ll” de Cuenca, como sello de identidad y como marca de un castellano bien pronunciado. Qué hermoso hubiera sido escucharlo desde este mundo yeísta.


Ahora, que en nuestros mercados se puede comprar la yuca, que Nuestra Señora del Quinche sale en procesión por nuestras calles, que en nuestras aulas y en nuestra sociedad suenan esas palabras que Córdova recogió, se hace más necesario recordarlo y, sobre todo, acercarnos a esa obra inmensa que enriquece el español.


Falleció el 19 de diciembre de 2011.